Las jornadas por aquí suelen ser muy variopintas.... A un frenético verano le suceden jornadas muy variables, como el tiempo. A veces te puedes encontrar doce personas a la mesa varios días seguidos y otras solo a Rubén, cuando los jóvenes están de marcha o yo me quedo en la casa del pueblo, como ha sido últimamente.
Seguimos recibiendo mensajes de personas queriendo salir de las ciudades o de sus vidas. La búsqueda de una nueva realidad, aunque tenga que pasar por lo colectivo, se hace cada vez más común. Las hormigas lo tienen claro: bajo tierra se está mejor...
Este es Manel, 20 primaveras, dispuesto a aprenderlo todo y muy currante: el último en subir a bordo.
Aquí arriba vemos como se está cubriendo la cubierta metálica del hangar, utilizando como aislante una mezcla de paja y arcilla bañada en cal bajo unas planchas de material bituminoso.
Los Em nos han proporcionado unos nabos excelentes en muy pocos días...
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