Destrucción en paja
Fieles a
nuestro compromiso de enseñar todo lo que no se debería de hacer en autoconstrucción, esta vez
os presentamos un par de experimentos que hemos venido desarrollando durante el
último año:
- En
el primero de ellos nos preguntábamos qué pasaría si quitásemos la
cubierta a una construcción de balas de paja y revocos naturales (una
buena tramontana nos facilitó ésa primera fase). El proceso duró más de un
año, en los que cabe destacar las siguientes fases: durante el invierno
las sucesivas lluvias penetran verticalmente en los muros (no
autoportantes) pero no aparecen hongos más que en las partes umbrías. El
revoco de cal empieza a despegarse a los dos meses. El de arcilla unos
cuatro meses. El hundimiento
aparece a los seis meses de iniciada la prueba.
- En
el segundo experimento levantamos una bóveda de cañas comunes con alguna
rea como refuerzo. Sucesivos revocos de morteros de cal apagada sin ningún
tipo de membrana. El resultado era una cubierta algo achatada, la verdad.
No produjo goteras y se podía caminar sobre la bóveda durante meses, hasta
que cayó un diluvio y el mortero chupó el agua produciéndose el colapso de
la estructura al multiplicarse por 10 el peso por cm2. Los muros de
superAdobe aguantaron el tipo, eso sí.
Las primeras conclusiones nos incitan a desaconsejar
quitarle la cubierta a una casa de balas de paja y salta a la vista el porqué;
y las segundas a siempre tener en cuenta la ley de Murfy a la hora de calcular los pesos y esfuerzos
de las cubiertas: si pueden caer 300 litros por metro cuadrado, tener por
seguro que algún día lo harán… Seguiremos informando.
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